Nuestra institución, además del indiscutible valor supremo de la dignidad y la vida humana, tiene entre sus principales objetos, la defensa de una democracia estable, sin fisuras, donde la soberanía del pueblo es el verdadero motor de una representación legítima y única. Por ello, se hace necesario condenar el vergonzoso ataque al Capitolio de los Estados Unidos el pasado 6 de enero de 2021, pues entendemos que, no sólo fue solo un acto físico de violencia intolerable, sino una fragante agresión a la nación, a su Estado de Derecho, a la Democracia, y a la legítima decisión electoral de sus ciudadanos. Más aún, es además deplorable cuando tales acciones han traído la trágica consecuencia de pérdida de vidas humanas. Una acción que expresa una intolerancia a un sistema que ha demostrado su vitalidad y ha servido de ejemplo a otras muchas naciones por casi 250 años.
Es necesario que los ciudadanos que han producido este lamentable ataque, entiendan que la decisión mayoritaria que el pueblo norteamericano ha tomado, es soberana, indiscutible e inaplazable, y ésta determinación popular, sea o no de la conveniencia y tendencia política de los agresores, éstos han de recordar que ésta se ha tomado en una sesión de votación secreta, libre, universal, con plenas garantías de procedimiento democrático y de sufragio, que además tiene el visto bueno y la confirmación de las instituciones electorales que se encargan de la supervisión de los resultados. Por ello no cabe demora alguna para el absoluto y pleno restablecimiento del orden, y continuidad del proceso de transición de poder, por lo que la IDC-CDI insta a todos los ciudadanos, autoridades salientes y entrantes, e instituciones para que apoyen incondicionalmente dicho proceso de forma ordenada y acorde a los mandatos de la Ley, sin fisuras e interrupciones. Expresamos nuestro deseo de que la nueva gestión de los electos, Presidente Joe Biden y vicepresidenta Kamala Harris, sea exitosa y abra nuevas oportunidades de futuro para los ciudadanos norteamericanos, además de unas excelentes y fructíferas relaciones con el resto de la Comunidad Internacional.
La IDC-CDI condena la trágica pérdida de vidas humanas como consecuencia del asalto. También enviamos nuestras condolencias a las familias de las víctimas.
Apelamos también a que, esta división de opiniones que se esconde tras los ataques no ha de suponer una peligrosa fracturación a futuro de la propia sociedad, quien, en momentos como éste, ha de mostrar su tolerancia, respeto y madurez en aras a mantener la necesaria cohesión y unidad social.
La familia de la IDC-CDI, expresa desde aquí, nuestro máximo respeto y apoyo al pueblo estadounidense, a su sistema democrático, a su consolidado Estado de Derecho, y a su sólida Constitución.