No sé si yo y mi generación veremos una verdadera unión política europea, no sé si veremos el final de los desajustes sociales que parte de la globalización está produciendo, no sé si mi generación y yo veremos el final de una atracción fatal de una parte de nuestras sociedades por los regímenes autoritarios que son producto de nuestras inseguridades provocadas por esta globalización, lo que si yo sé que nuestra generación y yo veremos, es el final de la dictadura y es la llegada de la libertad y la democracia para nuestros hermanos cubanos.
Ese es mi deseo, que es absolutamente compatible con cualquier acción que se lleve a cabo para poder mejorar y esa transición pacífica en la Isla hacia la democracia, creo que la tarea que está llevando a cabo nuestra vicepresidenta Mogherini y muchos diplomáticos europeos, es digna de seguirse.
Ese diálogo y cooperación que quieren llevar a cabo desde luego y como toda acción cuyo último fin sea facilitar el futuro democrático del pueblo cubano, lo respeto, lo deseo y lo apoyo.
Si, me dirijo a la izquierda europea, a la izquierda democrática y les digo no añadan más, ni un ladrillo más al muro de Berlín cubano.